¿Trabajas en espacios confinados? ¡Tu seguridad es primero!
Un recinto o espacio confinado es “cualquier espacio total o parcialmente cerrado, con aberturas limitadas de entrada y salida, y ventilación natural desfavorable, en el que pueden acumularse contaminantes tóxicos o inflamables, o tener una atmósfera deficiente en oxígeno; y que no está concebido para una ocupación continuada por parte del trabajador”.
Los tanques, depósitos, silos, cubas, colectores, salas enterradas, chimeneas, reactores, galerías, pozos, fosos, cubas, cisternas, arquetas, salas subterráneas de transformadores, gasómetros, alcantarillas, bodegas, etc, se catalogan como espacios confinados.
Los peligros presentes en los recintos confinados pueden deberse, tanto a la propia estructura del espacio; a los trabajos que se realizarán en el mismo, como a las dificultades de evacuación en caso de accidente y el consecuente riesgo de producirse situaciones de pánico que desemboquen en nuevos accidentes o agraven los ya producidos.
Entre los posibles riesgos de trabajar en espacios confinados se puede llegar a presentar: anoxia, intoxicación, incendio y explosión, caídas en altura, caídas al mismo nivel, golpes, caídas de objetos al interior; sobreesfuerzos, atrapamientos, ahogamientos, enterramientos, contactos eléctricos, sustancias corrosivas, riesgos macrobiológicos, microbiológicos, exposición a temperaturas extremas, ruido, pánico psicologico y atropellos.
Para mitigar un poco los riesgos, existe un rol dentro de la operación en recintos confinados; el recurso preventivo es una o varias personas designadas o asignadas por la empresa; con formación y capacidad adecuada; que dispone de los medios y recursos necesarios, y son suficientes en número para vigilar el cumplimiento de las actividades preventivas que así lo requieran.
Existen una serie de circunstancias en las que el requerimiento de esta figura es obligatorio, entre ellas se encuentran los trabajos en recintos confinados luego; cada vez que se realice una entrada en el interior de un recinto confinado debe ser vigilada por un recurso preventivo.
Adicionalmente los procedimientos de trabajo deben estar claros y ser cumplidos por los trabajadores, la formación de los operarios periódicamente y la preparación de la zona de trabajo como señalización; consignación, apertura controlada; limpieza de la zona de entrada, protección, medición de la atmósfera y de oxigeno.
La revisión de atmósferas inflamables o explosivas, gases tóxicos, inertización; ventilación natural, combinada y forzada; soplado, aspiración protección anticaídas; comprobación de equipos, vibraciones, entibaciones, limpieza del espacio confinado, entrada, comunicación con el exterior (vigilancia) y cierre del espacio confinado.
Otro factor importante para tener en cuenta y cumplirse al momento de realizar actividades en este tipo de lugares son los equipos de protección individual y de trabajo; como lo son los detectores, protección respiratoria, anticaída, elementos de comunicación, ventiladores, equipos de iluminación, equipos ATEX, entre otros.
Como se puede leer el protocolo para trabajo en espacios confinados es bastante arduo; pero de la buena ejecución del mismo depende que el trabajo se pueda realizar con todos los riesgos bajo control; y disminuyendo la exposición a consecuencias fatales; la cultura de las buenas prácticas es indispensable para este tipo de labores.
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