¿QUÉ ESPERAN LAS NUEVAS GENERACIONES DE UN LUGAR DE TRABAJO?

Los millennials y la generación Z buscan más que un sueldo, quieren retos interesantes y motivadores en su trabajo

Uno de los problemas de las organizaciones actuales es que no son capaces de retener al talento en la empresa. Las nuevas generaciones ya no buscan estabilidad en las grandes empresas, como sus padres. Para ellos son lugares sin atractivo, con mala prensa y con unos valores que no transmiten los suyos. Ahora buscan algo más que un sueldo, quieren retos interesantes y motivadores que les permitan aprender, desarrollarse profesionalmente y que les sirva para ganar experiencia de manera global. Los millennials (nacidos entre 1980 y 1994) ya no aceptan sin cuestionar las órdenes de sus superiores y la generación Z (nacidos entre 1995 y 2010) quieren encontrar un sentido a lo que hacen.

Las claves para retener al talento son la flexibilidad y la diversidad. Los trabajadores más jóvenes valoran la flexibilidad horaria y las oportunidades de formación. Estas nuevas generaciones no conciben el trabajo sin tecnología, internet o smartphones. Han nacido en la era digital. Los Z son la primera generación nativa digital, son una generación dinámica, participativa y abierta a innovar constantemente y reinventarse. Para ellos no supone un problema salir de su zona de confort y están dispuestos a trasladarse geográficamente por una oportunidad laboral según Accenture Strategy (2017).

Los jóvenes que se introducen en el mercado laboral son personas con valores sociales que buscarán que sus actividades laborales no repercutan de manera negativa en la defensa de los Derechos Humanos, en el medioambiente, en el bienestar social, …

Sin embargo, según una encuesta realizada por Deloitte (2018), el 70% de los encuestados creen que su empresa se preocupa más de las ganancias económicas que del impacto social que tienen y el 63% piensas que sus dirigentes tienen un impacto negativo en la sociedad.

Si los jóvenes de las generaciones pasadas se caracterizaban por querer ser funcionarios, ahora es la cultura del emprendimiento la que está calando fuerte. Según la encuesta de Deusto Business School, ya solo el 20% de los jóvenes quiere ser funcionario respecto al 36% que prefiere trabajar para sí mismo.

La entrada al mercado laboral de los millennials y la generación Z son un reto. Suponen un cambio en los esquemas organizativos, los cuales deben ser más flexibles e integrar la diversidad. Pero ¿están preparadas las organizaciones para esto? ¿Cómo afecta la mezcla de generaciones en los lugares de trabajo? Estas preguntas deberán ser respuestas con inmediatez por parte de las organizaciones si quieren mantener el talento en ellas.