LOS INMIGRANTES SON MÁS VULNERABLES EN EL TRABAJO
La población inmigrante tiene cuatro veces más posibilidades de sufrir lesiones por accidentes laborales respecto a los trabajadores autóctonos.
Todos los trabajadores pueden sufrir accidentes de trabajo si no se hace una buena prevención. El hecho de proceder de otro país no aumenta ni disminuye la probabilidad de sufrir un incidente o un accidente. Son las condiciones en las que se desarrolla el trabajo, ya sean materiales, medioambiental o contractuales, las que influyen de forma directa en esta probabilidad.
Pero esto no quiere decir que los inmigrantes no sufran una precariedad añadida respecto a los trabajadores nacionales. Los elementos de esta precariedad son las restricciones a la libre circulación, su falta de arraigo cultural y social, el desconocimiento del idioma, el racismo y la xenofobia. Todos estos factores hacen que los inmigrantes no solo sean trabajadores precarios, sino también ciudadanos precarios.
La precariedad se refleja sobre todo en la accidentalidad laboral. En el mejor de los casos, la población inmigrante tiene un riesgo de sufrir lesiones mortales y no mortales por accidentes laborales cuatro veces superior a los trabajadores autóctonos. Además, los inmigrantes deben soportar condiciones de trabajo totalmente desfavorables. Por ejemplo, un exceso de horas sin remuneración ni compensación, falta de permisos retribuidos, elevadísima temporalidad, contrataciones por ETT, falta de información y formación, etc.
Asimismo, y según un informe de la UGT, los extranjeros desarrollan las tareas que son rechazadas por los nacionales por no tener elementos de seguridad y ser más peligrosas. Pero al no tener recursos, no pueden reclamar sus derechos, incluso a veces ni los conocen, porque podría poner en peligro su única fuente de ingresos. No se puede obviar, el potencial desaprovechado de aquellos migrantes cualificados cuyos títulos no son reconocidos en nuestro país. Este hecho provoca que los inmigrantes estén sobrecualificados para los puestos de trabajo que ocupan. Concretamente, se estima que más de una tercera parte de los inmigrantes con un alto nivel de educación tiene una cualificación excesiva para la tarea que realiza.
Esta situación, conlleva a promover una mayor efectividad de la prevención para dicho colectivo. Se debe realizar no solo para disminuir la siniestralidad, también para facilitar la adaptación de los inmigrantes y que el empleo no sea un estrés adicional para ellos. No basta con la existencia de una norma, sino que el mantenimiento y la promoción de conductas seguras se consigue mediante el cambio de actitudes y la formación hacia la seguridad en el trabajo. Para ello, debe ejecutarse un análisis de las actitudes de los trabajadores inmigrantes hacia la seguridad, para posteriormente realizar una intervención efectiva.
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