Los trabajadores de edad avanzada son un porcentaje creciente de la mano de obra. Dado que las personas trabajan durante más tiempo, la gestión de la seguridad y la salud en el trabajo (SST) para una mano de obra de edad avanzada se ha convertido en una prioridad.
El aumento de los niveles de empleo y la prolongación de las vidas profesionales de las personas han sido objetivos importantes de las políticas nacionales y europeas desde finales de la década de los 90. La tasa de empleo de la UE-28 para las personas con edades comprendidas entre los 55 y los 64 años ha aumentado del 39,9 % de 2003 al 50,1 % de 2013. La edad media de salida del mercado de trabajo aumentó de los 59,9 años de 2001 a los 61,5 años en 2010.El objetivo de empleo de la estrategia Europa 2020  — aumentar la tasa de empleo de la población de entre 20 y 64 años al 75 % — implica que las personas en Europa tendrán que trabajar durante más tiempo.
Muchos atributos, como la sabiduría, el pensamiento estratégico, la percepción holística y la capacidad para deliberar, aumentan o aparecen por primera vez al avanzar la edad. La experiencia laboral y los conocimientos técnicos también se acumulan con la edad.
Sin embargo, algunas capacidades funcionales, sobre todo de carácter físico y sensorial, disminuyen como consecuencia del proceso natural de envejecimiento. La evaluación de riesgos debe tener en cuenta los cambios que puedan sufrir las capacidades funcionales de los trabajadores de más edad y es necesario modificar el trabajo y el entorno de trabajo para hacer frente a esos cambios.
Los cambios de la capacidad funcional relacionados con la edad no son uniformes, debido a las diferencias personales en cuanto a estilo de vida, nutrición, condición física, predisposición genética a la enfermedad, nivel educativo, trabajo y otros entornos.
Los trabajadores de edad avanzada no son un grupo homogéneo sino que pueden existir diferencias considerables entre las personas de la misma edad.

Edad avanzada y trabajo
El deterioro provocado por la edad afecta ante todo a las capacidades físicas y sensoriales, que son las de mayor relevancia para el trabajo físico pesado. La transición desde una industria extractiva y el sector manufacturero hacia una industria basada en los servicios y los sectores basados en el conocimiento, así como en la automatización y la mecanización de las tareas y el uso de equipos motorizados, ha reducido la necesidad de realizar un trabajo físico pesado.
En este nuevo contexto, se valoran cada vez más muchas capacidades y aptitudes asociadas con las personas mayores, como las aptitudes interpersonales, la atención al cliente y la atención a la calidad. Asimismo, numerosos cambios debidos a la edad son más importantes en algunas actividades profesionales que en otras. Por ejemplo, los trastornos del equilibrio tienen implicaciones para los bomberos y el personal de salvamento que trabajan en condiciones extremas, llevan equipos pesados y levantan y transportan personas; una menor capacidad para calcular la distancia y la velocidad de objetos en movimiento tiene implicaciones para conducir de noche pero no afecta a quienes trabajan en una oficina.
Como las diferencias entre las personas aumentan con la edad, no deben hacerse suposiciones basadas únicamente en este criterio. La evaluación de riesgos debe considerar las exigencias del trabajo en relación con las capacidades funcionales y el estado de salud de las personas.

Hábitos saludables
La salud de las personas en la vida adulta se ve afectada por su comportamiento anterior en materia de salud. La disminución de las capacidades funcionales puede retrasarse y minimizarse con hábitos de estilo saludables, como hacer ejercicio con regularidad y comer de forma sana. El lugar de trabajo desempeña un papel clave para promover un estilo de vida saludable y para fomentar actividades que evitan el deterioro físico, y de este modo contribuye a mantener la capacidad de trabajo. La promoción de la salud en el lugar de trabajo incluye diversos temas, como la dieta y la nutrición, el consumo de alcohol, dejar de fumar, hacer suficiente ejercicio, la recuperación y el sueño.

LeanORP en Barcelona
Precisamente, la Fundación Internacional ORP organizará los próximos 6 y 7 de junio un Lean ORPConference en Barcelona sobre cómo gestionar el enriquecimiento generacional en las empresas. Una ocasión para encontrar respuestas a las cuestiones que plantea el hecho de que trabajadores de muy diversas generaciones convivan en la misma organización empresarial y cómo ese hecho puede beneficiar a la empresa.El Lean ORPConference se llevará a cabo en el Gran Panamericano de Gas Natural, ubicado en su edificio de Plaza del Gas, 1 de Barcelona
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Fuente: https://osha.europa.eu/es/themes/osh-management-context-ageing-workforce