La Europa central y oriental necesita más servicios de cuidado para los ancianos
Un estudio de la OIT pone de manifiesto la insuficiencia en los servicios de cuidado de larga duración y de calidad para los ancianos de la región, destacando que un número significativo de trabajadoras migran a Europa Occidental para cubrir este déficit. Los países enfrentan complejos desafíos para garantizar un cuidado a largo plazo adecuado y sostenible. Tradicionalmente, los ancianos débiles han sido cuidados en el hogar por su familia y la comunidad a la cual pertenecen. Sin embargo, el suministro de cuidado de larga duración en el seno de la familia – que depende mucho del trabajo no remunerado de las mujeres – ya no es suficiente para asistir de manera eficaz al creciente número de ancianos. Existe la necesidad de un servicio formal de atención a largo plazo.
Constatamos déficits tanto en el cuidado institucional como en los servicios de asistencia a domicilio, además de un acceso desigual al cuidado en las zonas urbanas y rurales. Son diversas las razones para ello: por lo general, faltan sistemas integrados de cuidados de larga duración y tampoco hay una coordinación entre los servicios sociales y los de atención médica.
Debido a las limitadas capacidades del cuidado institucional, muchos de quienes lo solicitan están en lista de espera. Esto lleva a que los ancianos sean hospitalizados por motivos no médicos.
Además, numerosos países carecen de servicios adecuados de asistencia a domicilio, incluyendo los servicios de visitas al hogar, los servicios de cuidado diurno o breves permanencias en los centros comunitarios de asistencia prolongada. Este es un sector clave que es necesario desarrollar para aliviar la carga de cuidado que actualmente es impuesta a los miembros de la familia.
La parte del gasto público en el cuidado de larga duración en los países de Europa Central y Oriental, en términos del PIB, generalmente es menos de la mitad que en los países de la OCDE. Representa el 0,7 por ciento en la República Checa, 0,74 por ciento en Polonia y 0,53 por ciento en Serbia, frente a 1,7 por ciento en los países de la OCDE.
Estas cifras explican por qué existe un déficit en los servicios de cuidado de larga duración y con calidad. Es más, el financiamiento depende en gran parte de los presupuestos nacionales o locales, lo cual hace que dichos servicios sean particularmente vulnerables a las crisis económicas.Existe también la necesidad de estimular las inversiones del sector privado en la industria del cuidado. Si bien el sector público debería seguir desempeñando un papel central para garantizar el cuidado básico para todos, los proveedores privados podrían participar en ciertas áreas (como la entrega de alimentos y la ayuda a domicilio) con reglamentaciones y control de calidad apropiados.
Más rentable
El cuidado a domicilio no sólo es la opción que prefieren los ancianos, es también más rentable que el cuidado institucional. Aunque aún es necesario invertir en las estructuras públicas, las políticas dirigidas a promover el cuidado a domicilio no pueden implementarse con éxito a menos que los trabajadores tengan la posibilidad de conciliar los conflictos entre el trabajo y el cuidado en el hogar. Los países deben poner en práctica un conjunto de medidas flexibles en el lugar de trabajo que permitan un mejor equilibrio entre la vida laboral y familiar, como la licencia remunerada para el cuidado familiar y los horarios de trabajo.
Según los datos del Servicio Público de Estadística de Ucrania de 2012, recopilados en el marco de un proyecto OIT-UE, el número de migrantes ucranios que prestan asistencia a las personas ancianas – pero también en algunos casos a los niños y personas con discapacidad – se estimó en 42.800, lo cual representa 3,6 por ciento de todos los trabajadores migrantes de Ucrania, 95 por ciento son mujeres. Muchas de ellas, tienen calificaciones profesionales más altas, lo cual revela un problema de degradación de competencias. Los principales países de destino son Italia (42 por ciento), Polonia (21 por ciento), la Federación Rusa (17 por ciento), España (13 por ciento), Alemania y Austria (4 por ciento cada uno).
De las mujeres encuestadas, 75 por ciento expresó que el bajo salario en Ucrania era la primera motivación para irse a trabajar al exterior.
Al igual que el ejemplo de los trabajadores migrantes de Ucrania, en que gran parte son mujeres, que van a Europa Occidental a cuidar a los ancianos, el déficit de cuidadores supera las fronteras de Europa Central y Oriental. Un estudio realizado por la OIT en 2015 mostró que existe una carencia mundial de al menos 13,6 millones de cuidadores formalmente empleados, cifra que incluye 2,3 millones en Europa.
La prestación de cuidados se caracteriza por horas de trabajo irregulares, exposición a estrés físico y psicológico y al riesgo de accidentes en el trabajo. Los salarios son generalmente más bajos que en otros sectores similares, con malas condiciones de trabajo lo cual resulta en un alto índice de rotación de personal.
De manera que las condiciones de trabajo de los cuidadores deberían ser mejoradas para cubrir las deficiencias en estos servicios de urgencia. A causa de estas malas condiciones de trabajo, el empleo informal ha aumentado, lo cual se traduce en menor o ninguna protección en términos de derechos en el trabajo y cobertura de la seguridad social.
Preocupación mundial
Considerando los profundos cambios demográficos producto del envejecimiento de la población, el cuidado de larga duración se está convirtiendo en una preocupación mundial para las personas mayores y sus familiares. Los países deben mejorar su infraestructura institucional del cuidado y desarrollar mecanismos para apoyar la asistencia a domicilio. Para ello, deberían dar los pasos necesarios a fin de movilizar los recursos destinados a potenciar la estructura de los sistemas de cuidado de larga duración.
En conformidad con su enfoque basado en los derechos, la OIT debería desempeñar un papel activo y apoyar los esfuerzos nacionales para establecer sistemas universales de cuidado de larga duración como parte integral de sus sistemas de protección social.
Más información : http://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/news/WCMS_543697/lang–es/index.htm
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