Igualdad Salarial: Islandia como modelo a seguir
Islandia ha sido el primer país en exigir como obligación demostrar que las empresas pagan por igual a ambos sexos
Islandia se define como “El país de las mujeres fuertes”. Según el Foro Económico Mundial, el 86% de las mujeres trabajan, además son referentes en educación, poder político y tienen opinión y voto en los consejos de las empresas públicas.
Dicho país ha sido el primero en convertir en una obligación empresarial demostrar que las organizaciones pagan por igual a ambos sexos. Esta igualdad salarial se demuestra a partir de la obtención de un certificado, si las empresas no logran dicho distintivo, se pueden enfrentar a sanciones económicas. Se espera que en el año 2023 todas las empresas islandesas cuenten con el sello o acreditación distintiva.
Aún así, las mujeres islandesas afirman que “no viven en el paraíso”,pues sigue existiendo una brecha salarial del 16%, se sufre violencia sexual y todavía no se cuenta con demasiadas mujeres en las direcciones de las empresas más importantes.
Otro tema muy importante es la conciliación de la vida laboral y familiar, el principal problema para la conciliación es el trabajo, en España se están haciendo grandes esfuerzos para conseguir este objetivo, sobre todo en temas de maternidad y paternidad. Sin embargo, estamos muy lejos de Islandia, país en el cual tanto el padre como la madre tienen 3 meses de maternidad y paternidad.
Algo que también nos llama la atención positivamente es que, en casi la mitad de centros de educación secundaria, se ha empezado a impartir, como asignatura obligatoria para jóvenes de entre 16 y 19 años, “clases de género”. El contenido de dichas clases se basa en aprenden sobre masculinidad tóxica, sexualización y misoginia.
Islandia está consiguiendo llegar a la cima de la igualdad gracias al empuje del feminismo. En el año 2017 se hacía viral el movimiento MeToo. Aprovechando dicho movimiento, la vicepresidenta del Partido Socialdemócrata creó un grupo privado de Facebook para que otras mujeres políticas pudieran compartir casos de abuso y acoso sexual que hubieran vivido en el Parlamento. Dicha iniciativa provocó que el propio Parlamento cambiara el código de conducta debido a la gran cantidad de casos que salieron a la luz.
Después de conocer el modelo islandés solo cabe esperar que otros países, como España se unan a estas iniciativas y finalmente se termine con la brecha salarial entre hombres y mujeres. El Gobierno debe ser el principal organismo a intervenir para poder conseguir este objetivo y entender que no puede existir una discriminación laboral por cuestiones de género, identidad, raza o religión.
En el XIX Congreso Internacional ORP que se celebrará en Madrid los días 5,6 y 7 de junio contaremos con la ponencia de Sigríður Lillý Baldursdóttir, Directora General de la Social Insurance Administration islandesa, quien nos hablará de cómo la igualdad salarial entre hombres y mujeres es el primer paso para acabar con la brecha de género.
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