EPI’S: CASCOS DE SEGURIDAD; Tipos y Funciones
El casco es uno de los elementos del Equipo de Protección Individual más conocido pero ¿sabemos realmente cómo y cuándo usarlo?
Desde la Fundación Internacional ORP hemos iniciado una serie de artículos en los que comentaremos los diferentes EPI’s que los trabajadores pueden utilizar para prevenir los riesgos en el trabajo. La semana pasada os explicamos los tipos y funciones de protecciones respiratorias y ahora es el turno de los cascos.
Los cascos se utilizan para cubrir la cabeza de los trabajadores y proteger la parte superior de ésta frente cualquier posible herida producida por la caída de objetos. Para este fin, los cascos deberán cumplir con las siguientes condiciones: En primer lugar, el equipo debe distribuir la fuerza de impacto sobre la mayor superficie posible para limitar la presión en el cráneo; En segundo lugar, deben desviar los objetos desprendidos por medio de una forma adecuadamente lisa y redondeada; Y, en tercer lugar, deben disipar y dispersar la energía de impacto para que no se transmita a la cabeza y el cuello.
Además, dependiendo del trabajo que realice el usuario, los cascos deberán tener características como las siguientes: resistencia al impacto en caída libre, resistencia a las proyecciones de objetos a velocidad, grado de aislamiento eléctrico, resistencia a la perforación, mantenimiento de las funciones de protección a bajas y altas temperaturas, resistencia al fuego, etc.
Actualmente, el Ministerio de Trabajo, el cual se encarga de homologar los cascos, divide estos equipos en función de su protección. Los de protección N pueden utilizarse en trabajos con riesgos eléctricos iguales o inferiores a 1000 voltios, soportan caídas de objetos romos con una energía máxima de impacto de 4,5 Kgm y de 1 Kgm en casos de objetos puntiagudos. Además, pueden ser utilizados en atmósferas de entre 5 y 50 ºC y no les afecta las condiciones de humedad o lluvia. Los de protección E-B resisten igual que los N, pero pueden ser utilizados en atmósferas de entre -15 y 50 ºC. Por último, los de protección E-AT también presentan la misma resistencia que los cascos N, pero soportan tensiones de hasta 20kV y están orientados a prevenir contactos eléctricos accidentales.
Asimismo, para la elección de los cascos el empresario deberá tener las siguientes consideraciones: Deberá asegurarse que los cascos de adapten correctamente sobre la cabeza, de forma que no se desprenda fácilmente al agacharse o al mínimo movimiento. También, hay que mirar que el peso del equipo no sea elevado y que el arnés se fije adecuadamente a la cabeza para que no produzca molestias. En caso de que en el puesto de trabajo hará radiaciones intensas (sol), los cascos deberán ser de policarbonato o ABS, para evitar su envejecimiento prematuro, y de colores claros, para que absorban la mínima energía posible.
Por último, cabe comentar que los cascos deben ser proporcionados gratuitamente a los trabajadores por parte del empresario. Este deberá asegurarse de su buen funcionamiento y que reúna unas condiciones adecuadas a través de un mantenimiento adecuado. Del mismo modo, deberá asegurarse de que los cascos no estén caducados y de sustituirlos cuando sean necesarios.
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