¿Síndrome del edificio enfermo?

En relación con los sistemas de aire acondicionado se pueden presentar todos los problemas derivados de la existencia del SEE (Síndrome del Edificio Enfermo) como consecuencia de un aumento de los contaminantes en el interior del edificio con una mala calidad de aire interior (CAI)

Los síntomas que más destacan en el SEE, son: irritación de los ojos, nariz, garganta, sequedad en piel y mucosas, eritema, fatiga mental; dolores de cabeza, hipersensibilidades inespecíficas, mareos, nauseas, tos, ronquera, picazón e incluso sintomatología gastrointestinal.

Al mismo tiempo, tenemos los problemas que se pueden derivar de una mala CAI como: Estrés, demandas de confort y productividad.

Para corregir este tipo de situaciones debe llevarse a cabo una buena ventilación en los lugares ocupados; asegurar que el sistema de acondicionamiento de aire se encuentra limpio y libre de sedimentos importantes y de contaminantes químicos y biológicos; haciéndose un mantenimiento donde se incluya la limpieza de filtros; la cual se suele hacer cada cambio de temporada si no se utiliza mucho o cada mes si el uso es excesivo.

Síndrome del edificio enfermo (SEE) es el nombre que se da al conjunto de síntomas diversos que presentan, predominantemente, los individuos en estos edificios y que no van en general acompañados de ninguna lesión orgánica o signo físico, diagnosticándose, a menudo, por exclusión.

Hay estudios por parte de la OMS indicando que los edificios más comunes donde se presenta este tipo de síntoma, casi siempre tienen un sistema de ventilación forzada que generalmente es común a todo el edificio o a amplios sectores y existe recirculación parcial del aire.

Algunos edificios tienen la localización de las tomas de renovación de aire en lugares inadecuados mientras que otros usan intercambiadores de calor que transfieren los contaminantes desde el aire de retorno al aire de suministro.

Con frecuencia son de construcción ligera y poco costosa. Las superficies interiores están en gran parte recubiertas con material textil, incluyendo paredes, suelos y otros elementos de diseño interior, lo cual favorece una elevada relación entre superficie interior y volumen.

Practican el ahorro energético y se mantienen relativamente calientes con un ambiente térmico homogéneo. Se caracterizan por ser edificios herméticos en los que, por ejemplo, las ventanas no pueden abrirse.

Se debe tener mucho cuidado con este tipo de síndrome, pues es difícil de identificar, puesto que los síntomas que producen se suelen asociar con otro tipo de causas, adicionalmente muchas veces la estructura es ajena a la empresa u operación diaria, por ende, las empresas no se preocupan por como se encuentre el edificio al momento de rentar o comprar.

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