BEBIDAS ALCOHÓLICAS Y SUS EFECTOS EN EL ÁMBITO LABORAL
La empresa es un excelente lugar para prevenir el consumo del alcohol. Un objetivo básico de las políticas laborales es la protección de la salud de los trabajadores mediante la prevención de riesgos.
El consumo del alcohol y otras drogas está relativamente extendido en nuestra sociedad. Pero se ha observado que el abuso de estas sustancias tiene una prevalencia mayor en la población laboral. Este abuso destaca en las drogas legales, como el alcohol y el tabaco, pero no es despreciable en algunas drogas ilegales.
Un objetivo básico de las políticas laborales es la protección de la salud de los trabajadores mediante la prevención de riesgos. Estos pueden ser directamente derivados del trabajo o aquellos que pueden afectar al rendimiento laboral. Dentro de estas políticas se encuentran las de prevención y asistencia de problemas relacionados con el alcohol y otras drogas.
Aunque el consumo se trata de un problema social y personal que extralimita el ambiente laboral, se debe contemplar la prevención en el medio laboral. No sólo del consumo, sino también de las consecuencias de este. El trabajador adicto puede ocasionar accidentes muy graves a sí mismo y/o a otras personas, además de múltiples daños colaterales. Se estima que alrededor del 15-25% de los accidentes laborales están relacionados con el consumo de alcohol, según la FAE.
Según la Encuesta sobre consumo de sustancias psicoactivas en el ámbito laboral en España (2013), el 81,2% de la población laboral consume alcohol habitualmente. El perfil del consumidor es un hombre mayor de 45 años sin estudios o con estudios primarios. De igual forma, los sectores de la construcción y del sector primario registran los porcentajes de consumo de bebidas alcohólicas a diario más elevados. Cabe añadir que los trabajadores con jornada partida (mañana y tarde) y los del turno de noche registran los porcentajes de consumo más elevados.
Se encuentra que casi el 5% de la población laboral realizan un consumo de bebidas alcohólicas de riesgo. En este caso, los mayores consumidores son los trabajadores menores de 25 años sin estudios o con estudios primarios. Aunque, en este caso, la probabilidad de hacer un consumo de alcohol de riesgo es más elevado en los desempleados. Asimismo, los trabajadores con jornada continuada de noche registran los mayores porcentajes de consumo de riesgo de esta sustancia.
La seguridad profesional y la productividad pueden verse afectados de forma adversa por empleados bajo el influjo del alcohol. El consumo por parte de los trabajadores produce un fuerte impacto que se extiende a la familia y compañeros de trabajo, sobre todo en términos de pérdida de ingresos, estrés y baja moral. Por tanto, el consumo de alcohol es un problema que no sólo afecta al consumidor, sino también al ambiente laboral y la eficacia de una empresa. Por ello, es importante que se aborde su detección e intervención en el ámbito laboral. Para esta causa, la empresa es un excelente lugar para prevenir el consumo de estas sustancias.
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